Si alguna vez soñaste con el carro espectacular de Batman o la varita mágica de la saga de Harry Potter, o series de comedia como Friends y shows internacionales, este es un fantástico lugar para vivir esa experiencia
Los Estudios de Warner Bros en Hollywood están de regreso, con la llegada de la pandemia sus puertas estaban cerradas. Hoy quiero que me acompañés y seás parte de este recorrido que te va a encantar. Solo recordá llevar tu mascarilla y listo. Aquí podés leer un poco más de los requisitos: https://www.wbstudiotour.com/es/
Realmente visitar los estudios de Warner Bros en Hollywood es una experiencia inolvidable, tanto así que podés experimentar con todos tus sentidos cosas que solo has visto a través de una pantalla. Desde los autos de Batman, los trajes reales de Aquaman, accesorios de criaturas fantásticas, incluso sentarte en el sillón del Central Perk de Friends y otros lugares fascinantes en los que valdrá la pena invertir tu tiempo.
Es un tour rápido, aproximadamente dura unas tres horas. ¿Cómo inicia? Primero llegás a los Estudios y entrás a una recepción, y luego te hacen pasar. Esto empieza en una sala de proyección donde te cuentan todo sobre la compañía que fue fundada en 1923, por los hermanos Warner, tiene operaciones en cine, televisión y videojuegos y es uno de los principales estudios de cinematografía estadounidenses. Te cuento que esta compañía vende cerca de $14 billones al año. ¡Wow! Qué buenos números.
El costo del boleto para hacer el tour cuesta $69 por adulto, de 11 años en adelante y $59 para los niños de 5 y 10 años.
Luego de la sala de proyección, te montan a un carrito de golf y te trasladan a las instalaciones. Lo primero que vas a ver es un set de grabación en exterior, con calles diseñadas según la apariencia que necesite la película, que estén grabando en ese momento. Si es de los años 20, la verás ambientada en esa época, si es una película futurista, también. Es súper interesante porque te explican cómo son las filmaciones desde adentro y luego pasás a otra parte del tour. Ahora te llevan a una galería donde están trajes y accesorios que en la vida real se utilizaron en películas mundialmente afamadas. Como el traje de la película de Aquaman, y Fantastic creatures, son impresionantes, cada pieza es exquisita gracias al trabajo de los diseñadores.
Después te llevan a una especie de bosque pequeño, donde se filmaron algunas escenas de la primera versión de Jurassic Park, simulando estar en Hawái, aunque el lugar es pequeño, con la magia y los efectos logran hacerte sentir que estás en un recorrido por una isla.
Luego vas a uno de los estudios de televisión, la última vez que yo fui, estaban grabando el extinto show de Ellen DeGeneres, donde personalidades visitan este show. Pero déjame contarte que lo impresionante del set es la cantidad de iluminación que hay, es exquisita. Yo quedé encantado.
Después te llevan a un espacio súper interactivo, y es que verás toda la colección de los autos y las naves que utilizó Batman. Y si sos amante de este mundo, te va a fascinar. Estando en este museo podés ver, tocar y tomarte fotos con esta colección. Es una experiencia sensorial. Es verlo en realidad. Y como dato, te cuento que algunas piezas de estas costaron cerca de $1 millón, por las adaptaciones que se les hicieron.
Y luego pasás a un almacenamiento de utilería para el rodaje de todas sus películas, incluso ese espacio lo rentan para eventos, o cualquier tipo de decoración. Si vos sos productor y estás buscando la decoración para ambientar tu película, ellos te la rentan.
Y para finalizar el recorrido, pasás a vivir una experiencia en el Central Perk Café (donde trabajaba Rashel en la serie Friends), que es un estudio de televisión y te podés tomar fotografías, hay una moto que utilizó Batman en una de sus películas. En este espacio te podés quedar haciendo un shopping tour. Y comprar suvenires para el recuerdo. También es impresionante que aquí te ofrecen un menú especial estilo Nueva York deli, con bebidas inspiradas por los personajes de Friends.
Este recorrido dura unas tres horas, pero vale mucho la pena. ¡Nos vemos en otro nuevo artículo en Viajando con Gabriel!