Existe una gran variedad de obras dentro de la clasificación de libros de viajes, que, si aún no has leído, te recomiendo hacerlo, porque nos trasladan a otros países, a conocer culturas y modos de vidas diferentes
Cada lector puede elegir el de su preferencia, así como existen muchos sitios que elaboran sus propios rankings. Aquí te presento esta breve lista de obras a tomar en cuenta.
1. Ébano, de Ryszard Kapuscinski
Entre ensayo y reportaje, “Ébano” es una narración descriptiva de lo que el reconocido periodista polaco Ryszard Kapuscinski vio y vivió en África, en momentos claves de la historia.
Kapuscinski cuenta en primera persona sus aventuras en los pueblos africanos de Ghana, Tanzania, Uganda, Nigeria, Mauritania, Etiopía, Ruanda, Sudán del Sur, Somalia, Senegal, Liberia, Camerún, Mali y Eritrea. La obra fue escrita en polaco, pero ha sido traducida en español e inglés, y se encuentra en varios sitios entre la literatura de viajes.
El polaco, gracias a su larga trayectoria como corresponsal internacional, tiene una serie de obras interesantes para viajeros. Además de “Ébano”, te puede interesar “El Imperio”, sobre sus viajes por la extinta Unión Soviética, o “Viajes con Heródoto”, sobre la Polonia de la década de 1950.
2. La Patagonia, de Bruce Chatwin
El escritor inglés Bruce Chatwin dejó su trabajo en el Sunday Times Magazine y decidió irse a la Patagonia, una región compartida por Argentina y Chile, y de esa experiencia surgió la obra “En la Patagonia”, la que, para muchos, revolucionó la literatura de viajes. Eso fue en 1977, pero este libro sigue siendo uno de los favoritos de los viajeros.
El éxito del libro “En la Patagonia” provocó que la región se popularizara en todo el mundo. Narra lo vivido por Chatwin en seis meses y retrata infinidad de personajes, paisajes increíbles e historias legendarias.
El libro empieza con una historia de infancia de Chatwin. En la casa de su abuela, se encuentra frente a un trozo de piel que parece ser de brontosaurio, encontrado en una cueva patagónica, pero que en realidad es de un milodonte, lo que siempre lo motivó a ir por aquella región.
3. La Vuelta al Mundo en 80 días, de Julio Verne
El gran clásico de la literatura universal, del francés Julio Verne no pasa de moda, a pesar de que fue escrito en 1872, y se encuentra siempre entre los textos más preferidos por los viajeros. Es un libro lleno de aventuras y emoción, con grandes descripciones de las gentes y lugares y que visitan los personajes, Phileas Fogg y su ayudante Jean Passepartout (Picaporte en castellano).
Fogg arriesga toda su fortuna en una apuesta y se compromete con sus colegas del Reform Club, de Londres a dar la vuelta al mundo en 80 días, basándose en un cálculo hecho por Morning Chronicle, su periódico favorito.
En la impresionante historia del escritor francés, Phileas y Picaporte recorren lugares como París, Londres, Bombay, Calcuta, Hong Kong, San Francisco, Chicago y Nueva York. Su recorrido lo hacen en buques, tren, trineos, elefantes, en fin, los medios de transporte de la época. Vale la pena recordar que toda la obra de Verne podría ser considerada como literatura de viajes. En ese sentido también tenemos: Veinte mil leguas de viaje submarino, Cinco semanas en globo, entre otras.
4. Las ciudades invisibles, de Italo Calvino
Muchos lectores, que han entrado a las páginas de Las Ciudades Invisibles, del italiano Italo Calvino, aún no saben cuál es el género de esta obra. Quizás sea un libro de pequeños cuentos. Pero, de lo que sí están seguros es de dos cosas: una, que no es una novela, y dos, que es un libro impresionante.
“Las ciudades invisibles se presentan como una serie de relatos de viaje que Marco Polo hace a Kublai Kan, emperador de los tártaros. (En la realidad histórica, Kublai, descendiente de Gengis Kan, era emperador de los mongoles, pero en su libro Marco Polo lo llama Gran Kan de los Tártaros y así quedó en la tradición literaria.) No es que me haya propuesto seguir los itinerarios del afortunado mercader veneciano que en el siglo XIII había llegado a China, desde donde partió para visitar, como embajador del Gran Kan, buena parte del Lejano Oriente”, expresa Calvino en uno de los párrafos del prólogo de su libro.
Realmente, Las Ciudades Invisibles consiste en una secuencia de diálogos imaginarios entre el viajero veneciano Marco Polo y el emperador tártaro Kublai Khan, donde Polo describe una serie de metrópolis, cada una de las cuales lleva el nombre de una mujer, y cada una es radicalmente diferente de todas las demás, y de cualquier ciudad del mundo en la vida real.
5. En las Antípodas, de Bill Bryson
En las Antípodas encabeza el ranking de varios expertos de libros para viajeros. Es un clásico de la literatura de viajes, que narra la aventura de Bill Bryson a finales de los años noventa, en el otro lado del mundo, Australia.
El libro despierta mucho interés por el simple motivo de que, como suele pasarnos a casi todos, sabemos muy poco del país de los canguros. Lo mismo le pasaría a Bryson antes de emprender su viaje.
Así como el autor describe ciudades modernas y playas maravillosas de ese país, también describe lugares solitarios y riesgosos, el “outback”, que son regiones alejadas de los centros urbanos y semiáridas, climas extremos y una fauna increíble, pero igualmente peligrosa. Pese a esos aspectos, en la obra sale a relucir el buen humor y la ironía del autor.
6. Hotel Nirvana, de Manu Leguineche
Es un libro que cuenta historias sobre emblemáticos hoteles y los personajes que se alojaron en ellos.
Esos hoteles son de la talla del Pera Palas de Estambul, el Ayestarán de Pamplona, el Sacher de Viena o el Ritz de París y los personajes, de la talla de Fidel Castro, Winston Churchill, Marilyn Monroe, Mata-Hari, Graham Greene, Alfred Hitchcock, Orson Welles o Ava Gardner.
El libro fue escrito por Manu Leguineche, uno de los periodistas y escritores más reconocidos en el área de la literatura de viajes, pero, además, él trabajó como camarero en los años sesenta, lo que le facilitó una gran relación con esos hoteles. Una historia impresionante.
7. Cinco Viajes al Infierno, de Marta Gellhorn
La escritora, periodista y aventurera americana Martha Gellhorn dejó plantado a Ernest Hemingway, después de cinco años de matrimonio, y continuó su viaje como corresponsal de guerra por diferentes lugares, incluyendo los destinos más conflictivos del mundo. En su libro “Cinco viajes al infierno, aventuras conmigo y ese otro” nos traslada a una China en guerra, África, la Rusa Soviética, hasta la invasión estadounidense de Panamá en 1989, entre otros lugares.
8. Viajes con Heródoto, de Ryszard Kapuscinski
Repetimos con Ryszard Kapuscinski y su obra Viajes con Heródoto, porque es una historia muy interesante. Ansioso por cruzar la frontera de su país, Polonia de los cincuenta, Kapuscinski finalmente no fue enviado a Checoeslovaquia, sino a la India, y partió acompañado solo por un libro: la Historia de Heródoto, que lo inspiraría para escribir su obra.
“…el viaje no empieza cuando nos ponemos en ruta ni acaba cuando alcanzamos el destino. En realidad, empieza mucho antes y prácticamente no se acaba nunca porque la cinta de la memoria no deja de girar en nuestro interior por más tiempo que lleve nuestro cuerpo sin moverse de sitio”, escribió Kapuscinski.
9. El Quijote de la Mancha
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha narra las aventuras de Alonso Quijano, un hidalgo pobre que de tanto leer novelas de caballería acaba enloqueciendo y creyendo ser un caballero andante, nombrándose a sí mismo como don Quijote de la Mancha.
Sus intenciones son ayudar a los pobres y desfavorecidos, y lograr el amor de la supuesta Dulcinea del Toboso, que es en realidad es una campesina llamada Aldonza Lorenzo. Decide nombrar a Sancho Panza, un empleado suyo, su escudero. Juntos viven muchas aventuras y tras ser vencido por el Caballero de la Blanca Luna se retira a su hogar, donde, tras adquirir de nuevo la cordura, fallece.